Salto al futuro
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El pasado 19 de octubre se inauguró en la Plaza de Urquinaona de Barcelona, la escultura “El Saltador” de Jordi Díez. La obra alcanza una altura de algo más de tres metros, y representa a un deportista que se lanza de cabeza sobre aguas imaginarias.
El artista, en esta ocasión, nos sorprende con la representación de un saltador que se sumerge en el mapa de Barcelona. Su inspiración es Tom Daley, saltador británico y medallista olímpico, que fue uno de los primeros deportistas de élite en dar a conocer su orientación sexual. Jordi Díez, con la valentía que le caracteriza al realizar sus obras de acero inoxidable, nos transporta hasta el corazón de la ciudad más allá de lo que la imaginación permite.
A través de su obra serás capaz de sentir la fuerza con la que el Saltador “encarna los valores de la determinación, el coraje y la entrega a la vida sin concesiones”.
En palabras del escultor “el acero inoxidable posee la cualidad de la inmaterialidad. Se puede decir que en realidad carece de color: reflejando el que lo rodea, de forma que puede ser incandescente en un atardecer, o azul en un amanecer invernal. Estar delante de una escultura de acero es estar frente a una imagen que nos saluda desde el otro lado de la realidad”.
Interesado en conocer más y mejor el material con el que realiza sus esculturas, tuvimos el placer de acompañarle hace unos días en su visita a la fábrica de Acerinox Europa en Palmones, Cádiz, donde disfrutamos de las explicaciones de los técnicos y de todas las preguntas que Jordi no dejó de formular.