Con la vuelta al cole y al trabajo, la demanda de transporte público se incrementa considerablemente.

Miles de personas dependen diariamente de autobuses, trenes y metros para llegar a sus destinos.

El acero inoxidable, gracias a su resistencia a la corrosión y al desgaste, asegura que las infraestructuras de transporte puedan soportar el uso intensivo durante todo el año.

Ahora bien, ¿sabes identificar dónde se encuentra el inoxidable?

El inoxidable lo podemos encontrar en múltiples aplicaciones:

• Barandillas: durante los trayectos, es común que los pasajeros se apoyen en barandillas para mantener el equilibrio. Estos componentes, fabricados en acero inoxidable, no solo son duraderos, sino que también son fáciles de limpiar y mantener, lo cual es esencial para garantizar la seguridad e higiene en un entorno de alto tráfico.
• Superficies antideslizantes: las escaleras y los suelos en estaciones de metro y autobuses a menudo están revestidos con acero inoxidable texturizado, que proporciona una superficie antideslizante. Esto reduce el riesgo de accidentes, especialmente en días de lluvia. 
• Revestimiento de paredes y columnas: el inoxidable aporta un toque moderno y elegante a las estaciones en las que se encuentra, creando un entorno agradable que contribuye al bienestar de los pasajeros.
• Máquinas expendedoras de tickets, tornos, bancos y marquesinas: este material es fácil de limpiar y resiste actos de vandalismo, manteniendo el transporte público en condiciones óptimas para todos los usuarios.