En la construcción muchas veces surge la duda de si el acero inoxidable es capaz de resistir al fuego y si el fuego podría afectar a sus propiedades mecánicas.

A diferencia de otros materiales, el acero inoxidable:

• No se quema ni emite gases tóxicos, lo que lo hace seguro en caso de incendio.
• Comienza a fundirse alrededor de 1400°C, mientras que otros metales pueden hacerlo mucho antes.
• Los aceros inoxidables austeníticos como el AISI 304 y 316 pueden soportar hasta 870°C sin pérdida significativa de material, lo que lo hace ideal para aplicaciones en entornos de alta temperatura.
• Actúa como barrera contra las llamas: en pruebas de incendio*, las puertas de acero inoxidable 316 mantuvieron su integridad durante más de 2 horas sin propagación del fuego.
• Se calienta más lentamente que el acero al carbono: una placa de 12 mm de acero inoxidable a los 30 minutos de exposición alcanza 620°C, mientras que el acero al carbono llega a 750°C.
• Mantiene su rigidez a altas temperaturas, reduciendo la deformación en comparación con otros materiales, lo que lo hace clave en elementos de seguridad pasiva contra incendios.

En aplicaciones como puertas cortafuego, barandillas, muros cortafuegos y bandejas de cables eléctricos, el acero inoxidable no solo brinda protección en caso de incendio, sino que también reduce costos de mantenimiento a largo plazo, haciéndolo una opción más segura y eficiente.

*Estudio de Stewart Fraser Ltd. en puertas y marcos de tipo 316 según la norma BS 467 parte 22.

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