Tornillería en acero inoxidable

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Las tuercas y los tornillos son elementos de fijación que se utilizan para unir de forma temporal o permanente. Son un elemento vital dentro de la tecnología, y es un sistema que permite ser desmontado en cualquier momento.

El principio del tornillo se le atribuye a Arquímedes (297-Ac 212-Ac), aunque existen hipótesis de que las tuercas y los tornillos eran utilizados alrededor del año 2055 Ac en el Antiguo Egipto,  principalmente en las presas.

Arquímedes fabricó un mecanismo para elevar el agua y así facilitar el regadío y la eliminación del agua de los barcos. Un tornillo encajado en un cilindro, con una manivela en un extremo y dentro del líquido el otro, permitía, al girar el mecanismo, que este tornillo rotara, consiguiendo que el líquido que se encontraba debajo ascendiera por la superficie helicoidal que lo rodeaba. 

En la Edad Media, las tuercas y tornillos en metal se fabricaban según demanda y se empleaban para sujeción de armaduras y corazas. Con la invención de la imprenta nacieron los tornillos de madera realizados de manera artesanal, y con la revolución industrial y la llegada de máquinas, se empezó a fabricar piezas en diferentes metales y a gran escala. Para evitar que todas estas piezas fueran diferentes, y puesto que no existía estandarización de la métrica, en los años 40,  Joseph Whitworth de nacionalidad inglesa, sugirió una rosca universal para cualquier tornillo independientemente del fabricante y lugar de origen. 

El tornillo, pieza metálica cilíndrica o cónica, con un resalte helicoidal que la recorre total o parcialmente y una cabeza con una ranura para alojar la pala del destornillador, que sirve para sujetar una cosa u otra, y la tuerca generalmente metálica, de cuatro a seis lados, con un agujero circular en el centro labrado en forma helicoidal que se ajusta a la rosca de un tornillo para fijarlo, en la actualidad, son fabricados en un sinfín de materiales y tamaños.

De entre los distintos materiales utilizados para su producción habría que destacar los realizados en acero inoxidable, por su alta resistencia a la corrosión, su fácil limpieza y adaptación a las altas temperaturas. Un tornillo oxidado, es un tornillo débil, un riesgo grave de seguridad porque puede romperse bajo una carga.